¿Donde hay un 5 de y para Boca?
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos |
Muchos se preguntan, qué es esto del cinco de Boca. Especialmente los jóvenes, los más pibes, que no conocieron parte importante de la historia Xeneize. Y al no conocerla, no entienden por qué los más viejitos hablamos de la importancia del volante central.
Buceando la historia, encontramos aquellos raspadores que tanto pedimos hoy, pero también los hubo muy inteligentes y elegantes a la hora de jugar.
Seguramente, los más memoriosos pueden llegar a encontrar errores, o que falte algún nombre. También se hace costoso encontrar archivos donde se describa exactamente el juego de algunos futbolistas. Y si nos vamos muy atrás en la historia, no encontramos ese volante central como lo conocemos ahora, aunque alguno, seguramente, cumplía esa función. Por eso arranco del año 1960, momento emblemático para el cinco de Boca. Tal vez allí nació esta mística.
En 1960, Antonio Rattin fue el máximo exponente. Su presencia duró hasta 1970, donde comenzó a jugar asociado a Orlando Medina, un futbolista que se convirtió en ladero de Rattin, siendo un jugador inteligentísimo, de gran técnica.
En 1971 aparece Roberto Rogel, que en realidad era marcador central. Pero tan fuerte, tan aguerrido, que sus patadas nacían en el borde del área y llegaban pasando la mitad de la cancha. Pero también estaba Norberto Madurga, que ocupaba el carril central, pero también el derecho. Un jugador notable…
En 1972 a los dos anteriores se le sumó Carlos Pachame, sí el mismo de Estudiantes, de pierna fuerte y personalidad. Su presencia también tuvo preponderancia al año siguiente, para luego que en 1974 apareciera un verdadero mago del puesto: Marcelo Trobbiani, que como volante central también fue ayudado por algunos viejos conocidos como Rogel.
Trobbiani siguió jugando en 1975, hasta que al año siguiente el lateral derecho comenzó a ser volante central, Rubén Suñé. Otro hombre con todas las letras que era patrón del mediocampo Xeneize. Gran personalidad. Hasta 1977, Suñé fue el dueño del puesto, hasta que comenzó a compartir ese lugar, ya en 1978 con Abel Alves, un jugador duro, pero mediocre.
En 1979 se dio el salto, con otro gran jugador de pierna fuerte, José Orlando Berta, quien compartió puesto con Alves y algunos partidos Carlos Squeo fue el volante. Otro jugador duro.
En 1980 Jorge Ribolzi y Suñé, fueron los cincos de Boca durante ese año. Qué podemos decir del Ruso, que además de personalidad, fue un jugador de gran técnica. Pero en Boca se transformó un poco… Y a su juego le puso mucha garra y mucha dinámica.
En 1981 apareció el uruguayo Ariel Krasouski que junto a Roberto Pasucci, Abel Alves, Marcelo Trobbiani y Jorge Ribolzi aportaron lo suyo. No todos como volantes centrales, pero eran los nombres de los jugadores que perfectamente podían jugar como 5, solos o acompañados.
1982, Krasouski fue el dueño de la posición, con la que compartió junto a Berta y Pasucci. En el 83 continuaron Krasouski y Berta como Pasucci, hasta 1985, año en el cual Berta ya no estaba en el club. Recordemos que Berta era un jugador “para” Boca, pero se fue en medio de cierto escándalo, parece que era un hombre de pocas pulgas.
En la temporada 1985/6 apareció Julio Olarticoechea, un jugador de gran sacrificio, que se adaptaba muy bien a cualquier posición. Menos de arquero, en Boca jugó de todo. Junto a él continuaba el uruguayo Krasouski.
En 1986/7 fue Fabián Carrizo el dueño de la cinco de Boca. Un volante de mucha dinámica y pierna fuerte, pero no tuvo mucho éxito en el equipo. 1987/8 José Villarreal se suma al plantel y comparte muchas veces la posición con Carrizo. Villarreal era un jugador más técnico que Carrizo, y si bien varias veces fue el cinco, en otras fue una especie de enganche. En 1988/9 Carrizo y Claudio Marangoni son el eje Xeneize en el medio. Marangoni un jugador exquisito ciento por ciento, pero también de una gran presencia en la mitad de la cancha. Más tarde apareció en la temporada 89/90, Blas Giunta, sin mucho para decir de huevo huevo huevo… Él, Marangoni y Villarreal, eran los encargados, de alguna manera, de la recuperación de la pelota, con estilos muy diferentes.
En 1991 a Giunta y Villarreal, se les sumó Claudio Cabrera. Otro gran jugador que tuvo una seria lesión de la cual nunca se pudo recuperar. Por eso en 1992, Giunta y Villarreal eran los encargados de la recuperación.
1993 Giunta, Raúl Peralta y Julio Saldaña, fueron los volantes con marca del equipo. Peralta era similar a Cabrera, pero sin tanto quite, y Saldaña era puro corridas. 1994 Peralta y Saldaña continuaban en el plantel y aparecieron Roberto Acuña y Alejandro Mancuso. El primero de estos con dinámica, el segundo con inteligencia, Mancuso parecía lento, pero llegaba a todas las pelotas. 1995, Acuña, Carrizo y Giunta. 1996, Saldaña, Carrizo y José Basualdo, Cristian Dollberg, Diego Cagna.
1997 continuó Cagna, ahora con Alfredo Berti, Julio Toresani. Berti: diez pulmones. Toresani: 4 huevos.
Hasta que llegó 1998. Ahí apareció Carlos Bianchi, y ahí Mauricio Serna fue el cinco de Boca. Reemplazante, Ariel Rosada. A Serna, en 1999, se le sumó José Pereda, Sebastián Battaglia, el leoncito Xeneize. 2000 Serna, Pereda, Battaglia, Cristian Traverso (jugador polifuncional, pero esencialmente de marca y otro pibe de las inferiores: Gustavo Pinto.
Siguieron juntos en el 2001 y en el 2002 se sumaron Alfredo Cascini y Javier Villarreal. Al año siguiente sumamos en esta historia de volantes con marca a Fabián Vargas y los cuatros continuaron juntos en el 2003. 2004 se sumó a este grupo de recuperadores Pablo Ledesma y un año más tarde, Fernando Gago.
En el 2006 Gago, Ledesma, Vargas y Battaglia eran los dueños de la mitad de la cancha. Para luego, en el 2007, apareciera Ever Banega. Gago se fue, pero continuaron Ledesma, Battaglia, Vargas. En el 2008 quedaron Ledesma, Battaglia y Vargas; pero en el 2009, volvió Rosada y apareció Cristian Erbes.
2010 se sumó Leonardo Prediger; 2011 Leandro Somoza y en 2012 los marcadores eran Erbes, Somoza y Ledesma.
2013 Federico Bravo, Ledesma, Erbes, Somoza y Ribair Rodríguez; 2014 Erbes, Bravo, Ledesma, Gago, Adrián Cubas; 2015 Marcelo Meli, Gago, Cubas, Bravo.
2016 Gago, Cubas, Meli, Erbes, Sebastián Pérez y Wilmar Barrios, Pablo Pérez y Rodrigo Bentancur; aunque algunos de ellos ya se fueron, otros están aún por sumarse al grupo y Pintita, lesionado.
Sepan disculpar algún error, algún olvido, pero es un pantallazo general de lo que fue, es y será, el puesto de volante central en Boca. Lo que debe ser un mediocampo Xeneize en su máxima expresión (obvio, sin olvidar a los Riquelmes).
La realidad marca que pasamos de Rattin, a Pablo Pérez y Rodrigo Bentancur. Es, sin dudas, desde hace 7, 8 o 9 años, un tema que Boca no supo resolver y es hora de que empiece a buscar la solución. ¿La tendrá con Barrios y Sebastián Pérez?
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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