La clasificación no me engaña
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos |
Si esto fuera un página dedicada a Lanús, y fuera hincha del Grana, estaría muy enojado porque el equipo tuvo todo para ganar, pero se quedaron en lo chiquito, en la queja, en la elección del arco para patear los penales (el reglamento dice que el árbitro tiene que decidir en qué arco se patean y debe ser en la cabecera que más gente tenga), se olvidaron de jugar que, dentro de todo, lo hacen bastante bien.
Pero por suerte soy de Boca, lo que me permite festejar más seguido que todo el resto… Y el partido fue eso, lamentablemente.
Boca no sólo no jugó bien, si no que desnudó gravísimos problemas defensivos que de ninguna manera te permite proyectar en el tiempo, y no mucho más allá de un simple partido en donde te la jugás a suerte y verdad.
Los centrales de Boca jugaron muy mal. Esto de marcar casi que en zona, fue fatal. Dos goles nos comimos por culpa de estos errores y sólo Tevez, con una estrella especial, le dio a Boca la vida necesaria para clasificar. Sin tener un gran partido, sin que ninguno del equipo lo tuviera durante los 90 minutos.
El equipo se mostró muy lento en el mediocampo. Cubas estuvo perdido porque al fin de cuenta, no contó con la ayuda de ningún volante o los que hacen de volantes, mientras que Pablo Pérez fue (es) de un juego lento, que ante la presión de Lanús fue perjudicial.
Por momentos Pérez debía enfrentar a los volantes rivales casi que en soledad, sin tener salida por los costados, sin que los puntas se sumaran a la línea media para colaborar con el juego. Si hasta por momentos las jugadas más peligrosas a favor de Boca, era cuando Lanús se empecinaba en salir jugando. Y nosotros esperando algún pase errado para aprovechar.
Pero como dije al comienzo, es cierto: Boca lo empató dos veces; también podemos decir que fue Lanús el que no supo cómo ganarlo estando arriba en el marcador casi desde el inicio del mismo partido.
Algunos rescataron la actitud del equipo; pero en realidad fue en líneas generales un rendimiento chato, sin llegadas al arco rival, porque Lanús hizo el gol a los 3 minutos y Boca sólo lo inquietó con un tiro libre. En el complemento la taba se dio vuelta y de la nada Tevez empató, y en una jugada casi similar al primer gol del Grana, nos vuelven a convertir. Eso sí, en la única jugada hilvanada, con sentido de juego, Tevez otra vez puso el empate para luego definir los penales.
Boca juega mal, no tiene una línea de cuatro que de alguna garantía. La zona media fue desbordada y sólo la opaca intención de Lanús le dio los segundos de vida necesaria para reaccionar. Pero esta reacción no fue con fútbol ni apretando al rival contra su arco; fueron jugadas, aisladas, con gran fortuna.
El equipo clasificó y con esto a los exitistas les alcanza. Sigo prefiriendo pensar en un equipo. En formar un equipo. Un equipo que dé garantías, que pueda perder o empatar y ganar; pero que te de algo. Boca no fue más que Lanús, y Lanús no quiso ser más que Boca.
Por eso digo que, si esto fuera un blog de Lanús, estaría indignadísimo; siendo esto de Boca y para Boca, con la alegría de clasificar pero con la preocupación de que no es un conjunto que se merezca siquiera hoy, jugar una Libertadores.
Los clubes nunca se preguntan para qué quieren ganar o salir campeones. ¿Para qué? ¿Para pasar papelones a nivel internacional? Mi idea de juego es distinta, quiero ganar con argumentos para seguir creciendo y no subsistiendo.
Boca subsiste… Boca tuvo varios meses para trabajar. Lo que casi nunca tuvieron ni van a tener los entrenadores. Y a pesar de todo, jugamos así. El futuro ojalá cambie, pero no parece muy auspicioso; mucho más cuando el equipo comete errores de amateurs.
Dicen que ganar fortalece y sirve para corregir. ¿La verdad? Dudo que sea así.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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