Seguimos descorchando sidras…
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos |
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Se hace muy difícil hablar de la realidad futbolística de Boca, aislándonos del partido con Gimnasia; como también es difícil hablar del encuentro de hoy, solamente, sin tener en cuenta el pasado inmediato y lo que podría ser el futuro que llega más rápido de lo que pensamos.
Boca ganó bien. Muy bien. Ir a La Plata y ganar no es fácil, mucho más con la carga negativa de estar cerca de un año sin ganar de visitante. Y encima, la parada era contra Gimnasia y rápidamente recordamos los partidos del Mellizo jugador, ante el club que lo vio nacer.
Pero más allá de estas subjetividades, hay algo que es cierto y palpable: si Boca tiene espacios del medio hacia adelante, es mortal. 20 goles en 9 partidos no es sencillo de lograr, y este equipo que contiene el yin y el yan en su mismo espíritu por momentos desconcierta y por momentos entusiasma.
Pero es un entusiasmo muy mesurado. Hasta diría que esa palabra es una exageración, porque hasta ahora nos encontramos irremediablemente con un hecho puntual, ganamos los partidos fáciles y los difíciles los perdemos.
Ahora, esos espacios, paradójicamente lo desordena bastante al equipo. Siempre queda un hueco demasiado generoso entre volantes y defensores. Los mediocampistas de Boca corren demasiadas veces en un partido mirándole el número al rival. Y esto, ante un equipo de mayor jerarquía, suelen ser errores que se pagan.
No sé muy bien qué debe hacerse con esas líneas. Si pensar un poco menos en salir a lo loco cuando se gana la pelota, si uno de los cinco tiene que pegar el culo a los centrales, o si son éstos los que tienen que achicar espacios, porque al fin y al cabo, son los defensores los que ven cómo le ganan las espaldas a sus compañeros.
Ahora, es cierto que defensivamente se debe analizar qué volantes hay delante de la línea de cuatro. Que los del fondo dependen mucho de cómo trabajan los volantes. Pero creo que en el caso de Boca el problema pasa también porque los centrales, por ejemplo, no son confiables en el mano a mano. Y esose nota.
Ganamos, aunque hubiera preferido ganarle a Central. Esta es finalmente la deuda, la gran deuda que tiene este plantel con la gente. Los partidos claves, los que definen cosas reales. Pero obvio, este triunfo ya me lo guardé en el bolsillo.
Sería bueno que, a partir de esta victoria, Boca mantenga los mismos once. Guille, no cambies más, aunque sea para el próximo partido.
Por Marcelo Rodríguez* para el blog Corazón y pases cortos (Siempre Boca)
* Marcelo Rodríguez es periodista acreditado en Boca desde hace más de 20 años. Autor del libro "Con Alma y Corazón". Trabaja en el diario Crónica, escribe en Don Balón y fue uno de los puntales de Informe Xeneize. También trabajó en El Cronista Comercial, La Razón y Diario Popular. Y además en la inolvidable Asi es Boca.
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